Aunque para muchas personas irse a la cama es significado de descanso inmediato, hay quienes tienen más dificultades para conciliar el sueño, pese al cansancio que se presenta tras una jornada intensa. En ese momento, en lugar de “desconectar”, repasan todo lo sucedido durante el día o las tareas pendientes para las siguientes jornadas, lo que provoca que no alcancen la fase REM de descanso profundo.
Dormir bien es un factor fundamental para nuestro bienestar, salud y rendimiento en el día a día, y más importante que las horas de sueño - siete u ocho horas son las normales en la mayoría de la gente - es la calidad del descanso, por eso, queremos darte algunos consejos saludables para que puedas disfrutar de un sueño de calidad.
1. Evita la cafeína
El café puede ayudarnos a mejorar la productividad y la concentración durante el día, pero es importante evitar la cafeína unas ocho horas antes de acostarnos para que nuestro cerebro descanse correctamente. En su lugar, puedes tomar infusiones sin teína, como camomila, valeriana o lavanda.
2. Cena ligero
Nuestra dieta afecta a nuestra forma de dormir. Por eso, si quieres optimizar el sueño es importante elegir una dieta equilibrada y de fácil digestión. Alimentos como el plátano, las cerezas o las almendras, ricos en melatonina, los higos, que contienen potasio, magnesio, hierro y calcio, perfectos aliados para regular el flujo sanguíneo y la contracción muscular, clave para conciliar el sueño, los cereales integrales que aportan hidratos de carbono de absorción lenta o los dátiles, con aminoácidos, minerales y vitamina B son beneficiosos para la relajación y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
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Tan importante como la alimentación es la digestión. Es conveniente cenar unas dos horas antes de irnos a la cama. Utiliza este tiempo para ponerte cómod@, despejarte y relajarte.
3. Practica alguna actividad relajante.
Leer, realizar estiramientos suaves o ejercicios de relajación como yoga pueden reducir el tiempo que tardamos en conciliar el sueño y mejorar la calidad.
4. Utiliza aromas que ayudan a conciliar el sueño
Hay ciertos aromas que actúan sobre nuestro sistema nervioso y tienen un efecto positivo sobre nuestro reposo, relajación y sueño.
La lavanda es el más conocido, por su incuestionable efecto sedante y relajante, pero hay otros menos populares e igualmente efectivos como la bergamota, mandarina, manzanilla o hierbaluisa.
5. Dale al play
Se ha demostrado que la música ayuda a las personas con problemas de insomnio tanto a corto plazo como crónicos.
La música adecuada una media hora antes de acostarnos puede aliviar la tensión muscular, disminuir el ritmo cardiaco y la presión arterial, favorecer la liberación de serotonina y oxitocina, creando un escenario perfecto para un descanso reparador.
Así que hemos creado la playlist que te hará soñar. Acurrúcate en tu nórdico nia favorito y dale al play.