Además de que combinan con todo, cuando elegimos ropa de cama blanca lo hacemos por la luminosidad que aporta al dormitorio y la sensación de tranquilidad que nos transmiten.
Sin embargo, con el paso del tiempo pierden ese brillo y pureza y, por mucho que las lavemos con frecuencia, no recuperan su esplendor.
Nuestras sábanas necesitan un cuidado especial, ya que mientras dormimos quedan expuestas a ácaros y otros elementos que pueden perjudicar los tejidos y nuestra piel.
Algunas de las razones por las que tu ropa de cama puede amarillear son:
- El sudor. Cuando sudamos desprendemos urea, una sustancia amarillenta que impregna las superficies y con el tiempo puede decolorarlas.
- Uso incorrecto del detergente. Los que contienen blanqueadores ópticos, por ejemplo, pueden hacer que tus sábanas pierdan el blanco con el tiempo.
- Lavadora demasiado cargada. Es un clásico, queremos aprovechar el lavado y cargamos el tambor demasiado. Esto impide que el detergente penetre de forma uniforme o que el lavado se realice correctamente.
- Programa / temperatura incorrectos. Con un programa corto o sin aclarado, el detergente permanece en el tejido y puede generar manchas o coloración.
- Suavizante en exceso. El suavizante deja una película que puede atraer la suciedad y el polvo, deteriorando el blanco. En nia recomendamos no usar suavizante para la ropa de cama. Si lo que buscas es un aroma que te ayude a dormir, puedes rociarlas con perfume (sin alcohol), o colocar saquitos de olor en el lugar donde las guardas.
- Uso de lejía. Es un producto que quema y debilita el algodón. Si además has secado las prendas al sol, el deterioro está asegurado.
- Zona de aguas duras. Si es tu caso, debes aumentar la dosis de detergente / producto para eliminar la cal y el magnesio.
Una de las cosas que siempre nos preguntamos cuando pasamos la noche en un hotel es: ¿cómo las conservan tan blancas? Si alguna vez te has preguntado lo mismo, estos trucos te van a ayudar a mantener tus sábanas blancas como nuevas:
ZUMO DE LIMON
Algo tan sencillo y al alcance de todos como el limón es un buen remedio para infinidad de cosas. Además de como aderezo para las ensaladas o aromatizante, a la hora de lavar las sábanas blancas, el truco es tan sencillo como añadir media taza de zumo de limón al detergente que suelas utilizar. No te preocupes por el olor, tanto el limón como el vinagre son potenciadores del olor del detergente, no lo tapan.
VINAGRE
Otro ejemplo de blanqueador natural. Para preparar este blanqueador, mezcla partes iguales de vinagre y agua en una botella de spray. Rocía la mezcla sobre tus sábanas y déjalas reposar mínimo 30 minutos. Luego, lávalas como lo haces habitualmente.
BICARBONATO DE SODIO
El bicarbonato de sodio, además para limpiar toda clase de objetos, se utiliza para eliminar malos olores y hasta como plaguicida para tus plantas. Por eso, usarlo para lavar sábanas blancas es todo un acierto, pues además de blanquear las sábanas, las dejará libres de bacterias. Mezcla media taza de bicarbonato junto con el detergente para tu lavadora, hará milagros en tus sábanas, que podrán verse blancas como la primera vez.
PASTA DE JABÓN
Si las sábanas que vas a lavar tienen alguna mancha localizada, se recomienda aplicar primero un poco de pasta de jabón, para hacer más fácil la eliminación de la misma.
Otros tips para conservar tus sábanas como nuevas:
1. Lee las etiquetas y sigue las instrucciones antes de lavar las sábanas. Aunque parezca obvio, las etiquetas suelen proporcionar detalles específicos basados en el tipo de tejido, material y color.
2. Lava las sábanas blancas por separado para evitar que otras prendas de color transfieran sus tinte
3. Mantén una buena limpieza del colchón y el cubrecolchón, así como las almohadas y cojines
4. Elige una temperatura máxima de 30 ºC. El agua fría te ayuda a mantener el blanco impoluto
5. El uso de plancha es necesario, no solo por la parte estética y el gusto de acostarse en unas sábanas recién planchadas, sino porque ayuda a repeler la suciedad ya que cierra la fibra. Para conseguir los mejores resultados, plancha las sábanas mientras aún estén un poco húmedas. Para conseguir un acabado sin arrugas utiliza almidón en spray mientras planchas
6. Si hace sol, tiende las sábanas cuanto antes, un poco húmedas y muy estiradas. De esta forma será más fácil plancharlas o incluso podrás evitar el planchado.
7. Si utilizas secadora no seques demasiado. Sácala rápido, alísala y devuelve su forma a cada prenda para evitar que se arrugue.
8. Si la prenda tiene bordados o adornos, plánchalos por el revés para realzarlos y protegerlos.
Con estos consejos podrás mantener tus sábanas blancas y frescas durante más tiempo, seguro que encuentras cuál de ellos se adapta mejor a tus hábitos y puedes prevenir que tus sábanas blancas se estropeen antes de tiempo.